Guía completa de grooming: cepillado, baño, uñas, oídos y más

Una rutina de grooming profesional va mucho más allá del corte de pelo. El cuidado integral de un perro incluye cepillado, baño, corte de uñas, limpieza de oídos y dientes, inspección de la piel, entre otros aspectos esenciales para su salud y bienestar.

En este artículo encontrarás una guía completa para realizar un mantenimiento adecuado, tanto en casa como desde la peluquería canina, con consejos claros, ordenados y adaptados al trabajo de un groomer profesional.

  1. Cepillado: el hábito más importante

El cepillado diario es la base de cualquier rutina de grooming. Previene la formación de nudos, elimina el pelo muerto y permite revisar la piel del perro para detectar cualquier anomalía.

¿Con qué frecuencia cepillar?
• Pelo largo o rizado: todos los días.
• Pelo medio o doble capa: cada 2–3 días.
• Pelo corto: una o dos veces por semana.

Beneficios:
• Mejora la circulación sanguínea.
• Refuerza el vínculo humano-perro.
• Mantiene el manto limpio por más tiempo.
• Evita que los nudos tiren de la piel y generen heridas.

  1. Baño: limpieza sin dañar la piel

El baño no debe ser excesivamente frecuente, pero sí debe hacerse de forma regular y con la técnica adecuada.

Frecuencia general:
• Cada 3 a 6 semanas, dependiendo de la raza, tipo de pelo y estilo de vida.
• Evitar bañarlo cada pocos días salvo recomendación específica.

Consejos clave:
• Cepilla antes de mojar al perro para evitar que los nudos se compacten.
• Usa agua templada y masajea el producto con suavidad.
• Aclara con abundante agua hasta eliminar todos los restos de champú.
• Seca completamente el pelaje, especialmente si es denso o largo, para evitar humedad retenida.

  1. Corte de uñas: una cuestión de salud

Unas uñas demasiado largas pueden afectar la forma de caminar del perro, generando molestias o incluso lesiones.

Cómo saber si necesitan corte:
• Si las uñas tocan el suelo al caminar.
• Si el perro resbala o se resiste a caminar sobre superficies lisas.

Frecuencia:
• Cada 3 o 4 semanas, según el crecimiento y el desgaste natural.

Es importante cortar con cuidado para no alcanzar la parte vascularizada (zona rosada), que puede sangrar si se corta de forma incorrecta.

  1. Oídos y boca: zonas olvidadas

La higiene de oídos y dientes es clave para evitar infecciones y enfermedades.

Oídos:
• Revisar semanalmente en busca de suciedad, cera excesiva o mal olor.
• Limpiar suavemente con productos específicos, sin introducir objetos en el canal auditivo.

Dientes:
• Cepillar varias veces por semana con cepillo y pasta específica para perros.
• Supervisar encías, mal aliento o acumulación de sarro.

Una boca sana evita infecciones y problemas digestivos a largo plazo.

  1. Cuidados estacionales y subpelo

Cada cambio de estación trae consigo una fase de muda. El cuidado del subpelo es fundamental para evitar apelmazamiento, problemas de piel y formación de nudos severos.
• Durante la muda, realizar cepillados intensos con herramientas adecuadas.
• En verano, evitar dejar el pelaje húmedo tras el baño, ya que puede favorecer hongos o dermatitis por calor.
• En invierno, proteger el manto y mantener el secado completo.

  1. Socialización con el grooming

Desde cachorros, es importante acostumbrar a los perros al grooming para que lo vivan como una experiencia positiva.

Técnicas:
• Empieza con sesiones breves y suaves.
• Manipula patas, orejas y cola con naturalidad.
• Refuerza con caricias, palabras suaves y calma.

Un perro acostumbrado al grooming es más fácil de manejar, menos estresado y coopera mejor durante el servicio.

  1. Inspección y detección de problemas

Un groomer profesional debe observar atentamente la piel, los oídos, el comportamiento y la condición general del perro durante cada sesión.

Revisa:
• Bultos, manchas, heridas o inflamaciones.
• Signos de parásitos externos.
• Zonas con pérdida de pelo, sequedad o exceso de grasa.

Detectar estos problemas a tiempo es clave para derivar al veterinario antes de que se agrave la situación.

Conclusión

Una rutina completa de grooming no solo mejora el aspecto del perro, sino que impacta directamente en su salud física y emocional. La clave está en la constancia, el trato cuidadoso y la observación profesional en cada sesión.

Implementar estos cuidados desde tu peluquería canina, y enseñar a tus clientes cómo mantenerlos en casa, convertirá tu servicio en un referente de calidad y bienestar animal.

Carrito de compra
Scroll al inicio